lunes, 28 de febrero de 2011

RIGLOS 2.0 Bailando con bolos.



 Segunda escapada riglera de la temporada. Esta vez el objetivo era quitarse tres de las 67 escaladas que tengo pendientes para este año y la cosa fue bien porque cayeron la Galletas, la Mosquitos y la normal de Peña Sola de Agüero.
 
Riglos mola una vez se te quita la paranoia de que los bolos estos que parece que van a soltarse de un momento a otro. Y luego siempre esconde alguna que otra sorpresa. Hace un par de semanas con la fiestuqui de la inauguración del traspaso del bar el puro (foto de arriba  todavía con el sombrero de inaugurar bares a la mañana siguiente) y este último finde con el Picazo, con quien estuvimos desayunando el viernes.

El caso es que el viernes tocaba la Galletas. Vía interesante por la chimenea que tiene para salir. Curiosa la reunión metido allí adentro, pasando frío, medio a oscuras y tratando de que el montón de cuerda no se pringase demasiado por el guano de las palomitas (¿Será corrosivo?). La cosa fue bien y además, estuvimos dándonos un paseito por las puntas del fire, donde habrá que volver a quitarse el trabajo pendiente número 27.


El sábado había que apretar un poco más el ojete, así que tiramos para la Visera a hacer la Mosquitos, que la recorre de refilón sin llegar a meterse en todo el tomate por fortuna. Fue una vía muy bonita y conseguí mantener la dignidad hasta después del trono. A partir de ahí tuve que tirar de pedal el siguiente largo, pero prometo volver a hacer las cosas bien.

 Arriba saliendo del trono, poco antes de perder la dignidad.

Por la tarde visitamos el nuevo centro de interpretación de Riglos, nos pusimos hasta el culo en la pastelería de Ayerbe y visitamos el castillo de Loarre, para que luego no digan que somos unos salvajes.

Y el último día, como había que volver a Madrid elegimos la normal de Peña Sola, en los Mallos de Agüero. Tardamos unas dos horas, de las cuales una hora se nos fue en chapar el primer parabolt, que debió haberlo puesto Pau Gasol, por lo menos. Tras descartar el paso de hombros y mucho intentar colgarse de aliens que se movían, conseguimos iniciar la vía chapando gracias a una rama que usamos a modo de caña de esas que tienen los lolos.




Y me quedan todavía cinco cosillas por allí. Así que habrá que volver.

Juanillo.

Nuevas Generaciones


Las nuevas generaciones vienen apretando fuerte. Para muestra un botón.


Gorka Redondo...

y Marco Taravillo ...


demuestran estilo y soltura en las placas del Mondalindo


Gorka incluso se atreve de primero, encadenando su primer IV+



Estos nos jubilan antes de lo que cabría esperar. Al tiempo.


Reguchillos, sin yemas y con mocos

Sin yemas porque escalar en Reguchillos es como escalar en lija, y los mocos los mocos de Dani que ha descubierto que le dan alergia los olivos. Aunque no sé de que se queja porque por lo menos él se comió algo.
El sábado aprovechando que hacia un calor inhumano probamos placas de canto pequeño y doloroso, que nos obligaron a movernos con gracia y elegancia por la pared.























































Al día siguiente hacía mucho más frío, así que dejamos las placas, que con frìo no tienen mérito y nos fuimos a penar a los desplomes.
A Emi le puede gustar la cuerda, pero en el fondo de su corazón siempre será un bloquero.(Aunque tuvo que pedir prestado el gorro).










También hicimos un techo para hacer feliz a Danielo, pero para llegar al metro y medio de techo se tuvo que chupar ocho metros de placorra lavada, no se puede tener todo.


















En fin, que Reguchillos mola si tienes yemas de acero, si vas en
invierno, y si no me haces caso cuando digo "¡Qué buena pinta tienen esas placas, vamos a probarlas!".







martes, 8 de febrero de 2011

Proximo estreno...